dolor de garganta

TEMBLOR Y VALORACION POR BIORESONANCIA (ESBIA)

Esbia (escáner biointegral avanzado)

Es un método de diagnóstico y, en menor grado, de tratamiento, a través de un análisis funcional no invasivo de los diferentes órganos, tejidos, células, mitocondrias, llegando incluso a nivel molecular y cromosómico, detectando dónde hay dificultades. Por otro lado, nos permite indagar qué tipo de interferencias están condicionando estas dificultades. El software tiene almacenada información de 14.000 sustancias: fármacos, plantas (fitoterapia) minerales (litoterapia), tóxicos en general, toxinas nerviosas, virus, bacterias, parásitos, geopatías etc. Así pues, da muchísima información que el profesional integra y trabaja priorizando en cada momento qué y cómo se debe abordar.

Temblor

El temblor es el movimiento involuntario más común. Se define como una oscilación rítmica de una parte del cuerpo por la contracción alternante de diferentes músculos. Puede aparecer en reposo y/o en actividad y cede durante el sueño. Suele localizarse en manos y en menor frecuencia en cabeza. Existe el temblor fisiológico imperceptible que afecta de forma homogénea a todos los grupos musculares, pero a veces se acentúa, se hace visible, incluso puede interferir en la actividad habitual. Se suele diferenciar el temblor de reposo y el intencional (al movimiento). ¿Qué condiciona este temblor? Ante cualquier tipo de temblor lo primero que tenemos que descartar es la causa tóxico-medicamentosa. Los más frecuentes son excitantes (cafés, colas, tés, bebidas energizantes, cocaína, anfetaminas) y el alcohol, pero también mercurio, arsénico, plomo, bismuto, manganeso, litio y medicamentos: para mareos, para vómitos, antidepresivos, antipsicóticos, algún antiarrítmico, hormona tiroidea…Siempre hemos de tener en cuenta que según qué medicaciones no las podemos retirar de golpe y tendremos que consultar al médico prescriptor o algún otro médico. Por otro lado, son causa frecuentes de temblor: la fatiga, ansiedad, diferentes desequilibrios metabólicos y endocrinos (ante todo el exceso de hormona tiroidea o Hipertiroidismo), y ya, a distancia, las enfermedades neurológicas, de las cuales la más habitual y popular es el Parkinson.

Caso clínico

María tiene 55 años. Lleva 2 años con temblor de los dedos de la mano derecha y cansancio. Es muy nerviosa, impaciente, controladora y un poco hipocondriaca, sentimiento que con la pandemia se ha intensificado. No toma fármacos ni tiene hábitos tóxicos. Le hicieron análisis de control de azúcar en sangre, de la función hepática, renal y de tiroides, estudio de minerales etc. Todos los valores fueron normales, igual que otras pruebas que no desvelaron ninguna alteración.

Inicialmente, con suplemento de Magnesio, había notado cierta mejoría, pero al poco tiempo volvió a aparecer el temblor. Estaba preocupada.

Destaca también entre sus antecedentes que estuvo muchos años con problemas de digestiones pesadas, lentas, distensión abdominal, ardores que mejoraron con cambios dietéticos vegetarianos. En la exploración física se observaba un temblor fino de los dedos de la mano derecha, pero, aparte de esto, no había nada llamativo y no se palpaba bocio.

Valoración con Esbia

En la valoración funcional por escáner de Bioresonancia (ESBIA) se detectó grandes interferencias en sistema nervioso, tiroides y páncreas que se debían a acumulación de toxicidad. Por otro lado, en intestino había también dificultades que ya se intuían al ver la información de tóxicos a nivel neuronal, de tiroides y pancreático, pues, a parte de mercurio, amianto, arsénico, radiación… mostraba con intensidad también toxinas alimentarias, lácteos y gluten. Las interferencias en intestino que se detectaron eran de alteraciones de la microbiota junto a tóxicos alimentarios (lácteos, gluten, café) y no alimentarios: mercurio, amianto y radiaciones entre otros.

Tratamiento

Por tanto, empezamos con dieta sin gluten y sin lácteos, que en su cuerpo actuaban como tóxicos, junto a suplementos que ayudasen a reequilibrar la microbiota y mucosa intestinal para poder detoxificar en otro momento con un intestino en mejores condiciones, ya que si no podría ser una puerta de reentrada de tóxicos al movilizar éstos. Solicité también un análisis complementario más exhaustivo de tiroides donde únicamente detectamos una eliminación de yodo disminuida, por lo que se objetivó que, en su caso, sí era conveniente aportar yodo extra, y suplementamos con alga Kelp.

También era importante hacer cambios en el estilo de vida para mejorar el componente emocional que condicionaba un estrés, una simpaticotonía, y un exceso de adrenalina. Empezar a hacer ejercicio físico, taichi, reducir pantallas etc.

A los dos meses, en el escáner, el tiroides había mejorado la funcionalidad en un 48 %, y a los tres meses el cerebro mejoró un 40 %. Al mismo tiempo había mejorado prácticamente por completo ese temblor y cansancio que había traído a María a la consulta. A los 6 meses ya hemos podido empezar a dar suplementos para movilizar y eliminar tóxicos.

La toxicidad

La toxicidad es la mayor causa de enfermedad crónica, que dependiendo del terreno (tendencia, genética de cada uno) se expresará de una manera u otra apareciendo un tipo u otro de síntomas o enfermedad. Nosotros acumulamos tóxicos a lo largo de toda nuestra vida. Ya desde el inicio de la vida intrauterina compartimos la carga tóxica de nuestra madre. Todos estamos familiarizados con la contaminación aérea como causante de problemas respiratorios, pero, en general, los médicos y pacientes estamos pensando en tratar los síntomas. Debemos tener en cuenta que no solo tenemos el aire contaminado, sino que también estamos expuestos a la contaminación del agua y de los alimentos. Es evidente que además de evitar exponernos, quizás tendríamos que hacer algo para poder ayudar al cuerpo a eliminar tóxicos, ¿no?

Un sabio dijo: “No puedes eliminar a tu enemigo si no lo has visto “. Esbia da visibilidad al enemigo. Permite ver cómo está funcionalmente nuestro interior y da imágenes muy gráficas que ayudan a concienciar al paciente, además de ayudar al profesional a tener una imagen global, pudiendo priorizar qué abordar en ese determinado momento.

Conclusión

María llevaba dos años con ese molesto temblor y cansancio a pesar de haber consultado a diferentes médicos. El abordaje médico de forma global, holística, siempre es más interesante. En general, cuando aparece algún síntoma es consecuencia de varios factores. En el caso de María tenía déficit de yodo que es indispensable para el correcto funcionamiento del tiroides, una mucosa digestiva deteriorada con microbiota alterada, alimentos que actuaban cómo tóxicos en su cuerpo (gluten, lácteos), y una acumulación de sustancias tóxicas (mercurio, amianto, arsénico, radiaciones). A parte de que ser tan impaciente y controladora le generaba estrés. Hay mucho que limpiar, pues esa toxicidad ya nos ha dado síntomas y eso pasa cuando se llega al borde del recipiente, cuando ya no cabe ni una gota más. Gracias a la valoración por bioresonancia (ESBIA) se nos abrió la puerta a una información “extra”, pude tener una visión más amplia de lo que estaba ocurriendo y, así, hacer un tratamiento global.

Eulalia Torrellas, médica homeópata, profesional de “Integral, Cooperativa de Salut”