En nuestra sociedad el TRABAJO es considerado una necesidad, un mal menor, una suerte, un aburrimiento, una realización personal, un sacrificio, un deseo, una satisfacción… ¿De qué depende? De nuestras necesidades, de nuestra economía, del tipo de trabajo, del trato de la empresa, de nuestros prejuicios, de nuestro tesón, de nuestra preparación, de nuestra vocación, de los horarios, del
¿Qué entendemos por una relación “tóxica”? Planteamos la relación tóxica como una relación (pareja, amigos, familia…) que crea malestar constante y va mermando el bienestar de sus miembros sin aportar nada positivo ni constructivo. Puede parecer muy obvio no querer una relación así, pero, en realidad, es mucho más sencillo de lo que pensamos tener una relación tóxica, o más
Esa es la gran pregunta que nos hacemos bajo un deseo, totalmente lícito, de que las cosas sean siempre buenas, bonitas y de color de rosa. En nuestra cultura planteamos la dicotomía entre “bueno” y “malo” como algo fácil de distinguir y al alcance de todos y que debe guiar nuestras vidas siempre hacia lo “bueno”. Me permito hacer