Síndrome metabólico

Obesidad, hipertensión, colesterol, triglicéridos y glucosa elevados

 

El síndrome metabólico es una suma de factores que hoy en día está muy presente en nuestra sociedad,y es el resultado de la sobrealimentación que se traduce en lo que podríamos llamar enfermedades de depósito o exceso. Depósito de grasa en los adipocitos, exceso de proteínas y grasa que se acumula en las arterias y capilares dificultando el flujo de glucosa, insulina y líquidos hacia el espacio intersticial y las células, acumulándose en sangre y dando lugar a diabetes del adulto y la hipertensión.

Las personas con estos factores tienen más riesgo de sufrir una arteriopatía coronaria (angina de pecho o infarto de miocardio) o un accidente cerebrovascular (ictus), y muchas veces acaban polimedicados.

EL CASO DE LUIS

Luís es un varón de 58 años que acude a la consulta porque hace tiempo que no se encuentra bien. Desde la adolescencia siempre ha arrastrado un problema de obesidad, y hace aproximadamente tres años que se medica porque la tensión arterial la tiene alta. En las analíticas los triglicéridos y el colesterol salen algo elevados, pero hace dos semanas que se hizo la última y los valores se han disparado: 320 mg/dl de triglicéridos,cuando lo normal es inferior a 150, y 280 mg/dl de colesterol total con un colesterol bueno (HDL) muy bajo, de 38 mg/dl. Además, el azúcar (glucemia) le sale por primera vez alto (160
mg/dl en ayunas). Todas estas circunstancias le han hecho tomar la decisión, antes de empezar a tomar los fármacos que le proponen, acudir a nuestra consulta para ver si puede corregir todos estos problemas sin medicación.

LA HISTORIA CLÍNICA

Como antecedentes patológicos refiere una intervención quirúrgica de apendicetomía y una extirpación de la vesícula biliar por litiasis.
Está separado y sin hijos. Vive sólo en un piso en el centro de la ciudad.Tiene un trabajo sedentario y de responsabilidad,ya que es director de una oficina bancaria, lo que le comporta mucho estrés.
No hace actividad física. Comenta que no tiene tiempo. Llega a casa cansado y sin ganas de hacer nada. No fuma. Toma tres cafés con azúcar y una cerveza diariamente.El fin de semana toma alguna copa de licor y un par de coca-colas.
Durante las comidas bebe uno o dos vasos de agua. Su tránsito intestinal es de una vez cada dos días y con cierta dificultad.
Desayuna y come fuera de casa y la dieta que sigue es básicamente rica en proteínas y grasas animales (embutidos,carnes, lácteos, huevos…), pastasrefinadas (abundante pan, pizzas, pasta…)y dulces como postre (flan, helado,pastel…) o desayuno (bollería en el café matinal). En cambio, apenas toma fruta, ensalada y verdura.
Duerme apenas seis horas y media al día y se levanta cansado.
Mide 1,69 cm y pesa 91kg, la tensión arterial en la consulta está 14/9 y el pulso 76/minuto.
Mientras recogemos toda esta información,él mismo es consciente de lo mucho que puede mejorar sus hábitos.En realidad, hace tiempo que se lo plantea, pero las alteraciones en la última analítica le han dado la motivación definitiva para iniciar un cambio.

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN

Una vez recogidos los datos de la historia clínica los relacionamos con su estado de salud. La sobrealimentación proteica y grasa y de productos refinados,acompañada con una vida sedentaria,como base de su obesidad crónica. Hablamos de cómo estos alimentos, junto al alcohol, también elevan los niveles de grasa en sangre (triglicéridos y colesterol),y la glucemia por el estrés que recibe el páncreas con la entrada masiva de azúcares, incluidos los procedentes de dulces y bebidas edulcoradas.
Le recuerdo que la cafeína, presente en el café y la coca-cola, es un estimulante y un factor hipertensivo, que se suma al estrés y al esfuerzo que sufre el corazón al movilizar de forma cotidiana un exceso de unos 20 kg.

PROPUESTA DE RESET VITAL

A grandes cambios, grandes resultados. Le propongo hacer un reset vital. Parar, limpiar y reiniciar con nuevos hábitos.Él tiene ganas de volver a coger el control de su vida,y se siente ilusionado, pero tiene dudas sobre si será capaz.
Le comento que la medicación de la hipertensión no podrá dejarla, al menos por el momento, y que las estatinas y la medicación hipoglucemiante no la tome hasta que veamos la respuesta del cuerpo después del tratamiento.
El plan es hacer, un tiempo corto, 15 días, una dieta depurativa e hipocalórica para disminuir peso, depurar y bajar los niveles de triglicéridos, colesterol y glucosa. En estas dos semanas deberá evitar los hábitos tóxicos: alcohol,café y coca-cola. No tendría sentido estar limpiando por un lado y “ensuciando” por otro. Le advierto que tendrá seguramente cefalea importante los dos primeros días debido al “mono” o síndrome de abstinencia de la cafeína, y que luego desaparecerá para no volver. Con la bajada de peso y la supresión de la cafeína también la presión arterial podrá disminuir algo.
La dieta incluye un caldo depurativo que tomará con el zumo de limón y una cucharada de levadura de cerveza que tomará veinte minutos antes de cada comida, tres veces al día. El desayuno es fruta ácida sin límites (naranja,mandarinas, kiwi, fresones, piña). A media mañana igual que a media tarde manzana o pera. La comida y la cena serán un plato de ensalada variada seguido de uno de verdura con una patata mediana no existen límites de cantidad excepto en el aceite, que será de primera presión en frío.
Le receto fitoterapia para ayudar al hígado en la limpieza(boldo, alcachofera…) y para disminuir la ansiedad(valeriana, pasiflora, flor de azahar…)
Le aconsejo una ducha matinal con cepillado y agua fría final, para estimular la circulación y aumentar la elasticidad vascular (dilatación con el calor y contracción con el frío). El cepillado además ayuda a movilizar la grasa de los adipocitos y elimina las células muertas de la piel (exfolia). De momento no le indico ejercicio para no incrementar su agobio por falta de tiempo.
Le pido que controle en la farmacia, al inicio y al final del tratamiento, la tensión arterial, la glucemia, el colesterol y los triglicéridos.

A LAS DOS SEMANAS

Luís vuelve a la consulta y lo primero que hacemos es una valoración del tratamiento. Él se puntúa del 1 al 10 según el seguimiento de los hábitos tóxicos, la dieta, la fitoterapia y las aplicaciones, lo que a mí me sirve para ver resultados en función de lo realizado.
La verdad es que está sorprendido porque le ha costado menos de lo que pensaba, y además se encuentra más contento, porque el hecho de controlar el mismo la situación, y hacer aquello que hacía tiempo quería hacer y no conseguía, le ha aumentado mucho la autoestima.
Eso sí, refiere que los dos primeros días la cefalea fue importante, pero le sirvió para ser consciente de lo “enganchado” que estaba a la cafeína.
Ha perdido peso (4kg) y volumen, y por tanto se encuentra más ligero y vital. Además, va de vientre una vez cada día, sin dificultad. La glucemia se ha normalizado (105 mg/dl) y los triglicéridos (240 mg/dl) y el colesterol (230 mg/dl), han disminuido de forma importante en sangre.Esto es un hecho habitual con este reset inicial. Luego cuesta más mantenerlo. La tensión arterial se estabiliza en valores normales, pero algo más bajos (12/7,5).
Comenta que la ducha matinal lo espabila mucho, hasta el punto que no nota a faltar el café.
Le indico que siga el mismo tratamiento tres semanas más, intentando dar un paseo diario de una hora, ya que está más animado y se siente más ligero. La dieta la ampliamos con proteína vegetal: 3 veces a la semana tofu y 2 seitán de espelta, a la plancha, sin fritos. Él me comenta si puede ser proteína animal, puesto que la nota mucho a faltar, y entonces le recomiendo que cambie el tofu por pescado y el seitán por carne de ave ecológica.

EVOLUCIÓN

Han pasado tres meses y Luis pesa 75kg, y excepto la medicación hipertensiva que se ha disminuido pero que no ha sido posible suprimir, hemos conseguido normalizar glucemia, triglicéridos y colesterol. A partir de ahora haremos un seguimiento a largo plazo para vigilar si se mantienen en niveles correctos o si hace falta complementar con fitoterapia u otros preparados, antes de recurrir a la medicación farmacológica.
Para llegar hasta aquí y como ayuda para reducir los últimos kilos que son los más difíciles ha hecho los dos últimos meses una sesión semanal de masaje para movilizar grasa, acompañado de drenaje linfático.
Le propongo pasar ya a una dieta completa y equilibrada de mantenimiento, y a mantener una actividad física regular, y por supuesto el uso del agua fría al final de la ducha o baño. En cuanto a los hábitos tóxicos, le recomiendo que los deje para situaciones puntuales (si es que los necesita). Le aconsejo, que inicie ya un trabajo psicofísico para regular más la tensión arterial (relajación,meditación, sofrología…), ya que el estrés se mantiene, aunque lo viva mejor. Quedamos en vernos en seis meses o cuando él lo necesite.

CONCLUSIÓN

El síndrome metabólico es una situación de riesgo para la salud, que con un cambio de hábitos y de actitud del paciente puede corregirse de forma importante, sobre todo si se trata al inicio, y aunque el resultado no sea siempre cien por cien el deseado, haciendo imprescindible tomar alguna medicación, la calidad de vida aumenta y la posibilidad de que aparezcan las complicaciones (angina,infarto o ictus) u otras patologías disminuye al adquirir la persona el conocimiento en recursos de salud.

PEDRO RÓDENAS, MÉDICO NATURISTA