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DOLOR CORPORAL Y CRISIS DE ANSIEDAD acompañado por SHIATSU y FLORES de BACH

Dolor de espalda, ansiedad, compulsión por la comida, y cansancio.

Muchas veces en las sesiones de Shiatsu las personas vienen a buscar un alivio a sus dolores físicos. Esos dolores que les llevan a consulta son la puerta de entrada a algo mucho más grande que acaba reordenándose en su día a día. 

Sabemos que cuerpo, emociones y mente no están separados. Lo que pensamos y lo que sentimos, tiene una repercusión en el cuerpo físico, en nuestra estructura corporal, en nuestra postura, en nuestros órganos y sistemas, y al final, en nuestra salud. 

Es fácil imaginarnos a alguien muy seguro de sí mismo andando por la calle, con los hombros hacia atrás, el pecho hacia arriba y todo su cuerpo ligeramente inclinado hacia delante. Y ver la diferencia con alguien que tiene un autoconcepto de falta de valía y carencia, andando con los hombros encogidos, igual su cabeza inclinada hacia la derecha y mirando al suelo, y su eje corporal echado para atrás, como sentado en su pelvis. El cuerpo físico es la manifestación tangible de nuestras creencias y emociones, y no engaña. 

Sea cual sea la vía de acceso por la que empecemos, está repercutirá en las otras, ya que todas nuestras partes están conectadas y no funcionan de forma independiente. Por esta razón, el trabajo corporal va a tener una incidencia directa en el campo emocional y mental de la persona. 

¿Qué es el Shiatsu?

El Shiatsu es una terapia manual que combina estiramientos, amasamientos y presiones con los dedos para armonizar las funciones del organismo. Se recibe encima de un futón o una camilla, con ropa cómoda.  

¿Qué son las Flores de Bach? 

Son un sistema comprendido por 38 esencias con propiedades terapéuticas. Mezclas personalizadas de estas esencias, tomadas de forma regular durante un periodo de tiempo determinado, nos ayudan a salir de estados emocionales desagradables como estrés, ansiedad, tristeza, culpa, miedo, inseguridad.

 

flores de bach

El caso de Laura

Laura llega a sesión buscando un masaje que le calme su molesto dolor de espalda. Apenas puede sentarse en el futón, tiene poca flexibilidad en las piernas y viene muy cansada.

En la entrevista que le hago me dice que lleva semanas con este dolor, y que ha empeorado los últimos días. Le pregunto si lo puede relacionar con algún cambio de hábitos, si hace algún trabajo físico o si está viviendo alguna situación que le preocupe. Me dice que hace pocas semanas empezó con un trabajo nuevo que le requiere estar de pie muchas horas. Por lo demás me dice que está bien.

Diagnóstico corporal

Laura se tumba en el futón y le hago un diagnóstico palpando su abdomen para ver cómo está la energía en sus órganos. Entender cómo se mueve su energía en ese momento me ayudará a trabajar su dolor de espalda y lo que me vaya encontrando en su cuerpo.

Tratamiento

Le pido que se tumbe boca abajo y empiezo a trabajar su espalda. Hay tanta tensión en sus músculos que apenas puedo tocarla sin que sienta pinchazos de dolor. Me doy cuenta que esa tensión se extiende por toda la parte posterior de sus piernas: sus isquiotibiales, sus gemelos, su sóleo, y toda la fascia plantar. No puedo trabajar con presiones esta vez, su cuerpo está demasiado rígido y muy reactivo al contacto. Le hago balanceos a distintos ritmos y en diferentes direcciones por todo su cuerpo. Su respiración va cambiando a lo largo de la sesión y consigue relajarse. 

Le propongo hacer unos estiramientos de su cadena posterior durante 5 minutos cada día, sin forzar, y acompañados de su respiración.

Menken: reacción del masaje shiatsu como parte del proceso de sanación

Al terminar la sesión le explico a Laura que su cuerpo estaba muy tenso y que puede que en las próximas 24-28 horas emerja cansancio, u otros síntomas leves, y que a partir de entonces empezará a sentir mejoría. Esto es normal. 

El menken es la reacción que puede aparecer en el cuerpo después de un tratamiento de shiatsu, y forma parte del proceso de desintoxicación y recuperación del organismo. Es algo totalmente positivo. El cuerpo saca fuera lo que tenía guardado dentro como respuesta al movimiento que le hemos dado. No siempre aparece, ni siempre tiene la misma intensidad. 

En el caso de Laura era muy agudo, y la reacción de menken se manifestó como un leve dolor de cabeza esa misma tarde del tratamiento y sensación de agujetas por todo el cuerpo el siguiente día; además de sentir una liviandad y ligereza en sus cervicales solo levantarse del futón.

Evolución: 2ª sesión. Se despiertan otras zonas del cuerpo

Cuando Laura viene al cabo de dos semanas su cuerpo está más receptivo. Esta vez ya puedo trabajar con presiones leves en sus brazos y piernas. Genero ondas de movimiento para ir ablandando su espalda y su cuerpo se va soltando. Ella empieza a escucharlo de otra manera. Se da cuenta que además de la espalda, le dolían también las piernas, las escápulas, los brazos y las plantas de los pies. Esas zonas rígidas habían quedado insensibilizadas como mecanismo de protección, y hasta entonces ella no les había prestado atención.

3ª sesión. Se abre el trabajo al campo emocional: tratando la ansiedad.

Laura se va sintiendo más cómoda, y en esa ocasión me habla de sus crisis de ansiedad. Me cuenta que vive situaciones en las que de repente le cuesta respirar, se agobia y se queda paralizada sin poder hacer nada para mejorar. Indago con algunas preguntas y me contesta que esto le puede ocurrir en medio de la calle, en su casa, en un día laboral o en su día de fiesta. Dice que las crisis son totalmente inesperadas y que a veces la llevan a comer compulsivamente hasta el punto de después vomitar. Esto puede sucederle varias veces por semana, pero no sabe cuántas. Cuando le pregunto cuánto hace que empezaron estos episodios me dice que hace un par de años, y lo relaciona con haber empezado una relación sentimental un tanto delicada.

Le recomiendo unas Flores de Bach para aminorar los ataques de pánico y bloqueo, para su ansiedad, para ayudarle a deshacerse de vínculos del pasado, y para poner límites. Le animo a escribir un diario emocional de sus ataques de ansiedad donde va a anotar día y hora que ha tenido una crisis de ansiedad, si ha vomitado o no, y cuáles eran las circunstancias en ese momento.

Le propongo vernos en tres semanas para hacer una sesión combinada de Shiatsu y Flores de Bach.

4ª sesión. Podemos definir las crisis de ansiedad.

Ella trae su diario y contamos siete crisis en tres semanas, cinco de las cuales vomitó después de comer compulsivamente. Ya tenemos un punto de partida para poder evaluar cambios significativos en sus crisis. Además, ahora empieza a relacionar situaciones concretas que vive con los ataques que sufre. Le hago shiatsu, y le cambio alguna Flor de Bach de su preparado.

5ª sesión. Más coherencia interna entre lo que piensa, siente, y hace.

Tres semanas más tarde Laura no solo ha reducido sus episodios de ansiedad, sino que no ha vomitado ni una sola vez. No ha llegado al punto de bloquearse ni paralizarse y ha podido llorar en vez de comer. Siente que está poniendo límites con un tema familiar y que antes de complacer a los demás se pregunta qué quiere ella. Ha dejado el trabajo que le hacía estar de pie y sigue con el otro que también tenía. Está poniendo punto y final a su relación sentimental que le hace daño. Su cuerpo solamente está tenso en la zona dorsal de la espalda. Sus piernas y demás zonas del cuerpo parecen otras. 

Es un momento delicado del tratamiento. Vemos muchos avances, pero poderlos mantener es el gran reto ahora. Así que le recomiendo una sesión más para asentar todos los cambios, y le pido que se mantenga atenta, y no baje la guardia. 

Recursos que tiene Laura tras las sesiones

Ahora Laura se siente más estable emocionalmente y tiene nuevos recursos para su día a día. 

Desarrolló más capacidad de escuchar su propio cuerpo. Ahora se toma unos pocos minutos al día para cerrar sus ojos, conectarse con su respiración y escucharlo. 

Cuando siente tensión, realiza ejercicios de estiramiento de toda su cadena posterior.

Entiende que sus crisis son señales de alarma. Son información para ella de que algo no está funcionando bien en su vida. Puede escribir su diario emocional y ver qué condiciones provocan la crisis y replantearse cómo decide vivir esas situaciones.

Conclusiones generales del trabajo corporal

  • El cuerpo físico es un gran instrumento de trabajo. Es una puerta de entrada para tratar problemas de tensión muscular, pero también ansiedad, estrés, tristeza, miedo, ira, vitalidad y otros desajustes orgánicos. 
  • Me gusta hablar de proceso, ya que el avance real se ve a lo largo de algunas sesiones. Una primera sesión es una toma de contacto inicial, y a partir de allí empiezan a desplegarse una serie de acontecimientos. El abanico de posibilidades es muy amplio y cada caso distinto. Esto me maravilla. 
  • El cuerpo de la persona se va abriendo como una flor y va manifestando sus verdades. En pocas sesiones, la persona está en otro lugar, mucho más consciente de sí misma, y empieza a actuar de forma más coherente. Su día a día cambia.
  • El terapeuta acompaña una parte del camino y da una visión externa al enredado campo emocional, hasta que la persona anda sola. Nos interesa hacer a la persona independiente. 

El cuerpo, por naturaleza, tiende a la salud. Cuando lo atendemos, se reordena.

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Judit Alier

Terapeuta manual de Shiatsu Zen de “INTEGRAL. MEDICINA INTEGRATIVA Y ESCUELA DE SALUD”