Documento de Reflexión sobre las Vacunas

 

Pedro Ródenas. Médico (con la colaboración y aportaciones de otros profesionales)

 

Posicionamiento:

  • No todas las vacunas se han de valorar igual, de la misma forma que no todas las enfermedades son iguales ni tienen los mismos riesgos para la salud. Para ajustarnos a la realidad debemos estudiar por separado cada vacuna y decidir en cada caso el balance: riesgo-beneficio. No debiéramos hablar sobre vacunación o no vacunación, de vacunalista o antivacunalistas.

 

  • a la recomendación, pero no obligatoriedad, de las vacunas para enfermedades infecciosas graves (difteria, polio, etc.) sobre todo en zonas endémicas o de riesgo.

 

  • Cuestionamiento de las vacunas para enfermedades infecciosas no graves, de buena evolución con un tratamiento correcto o no supresivo (parotiroiditis, tosferina, varicela, etc.), de las vacunas de poca eficacia (gripe, etc.) o experimentales (VPH, etc.).

 

  • Valorar vacunas en situaciones específicas como las de la fiebre amarilla, meningitis, hepatitis, etc.

 

Reflexiones:

  • La vacunación se basa en el concepto de inmunidad específica para cada enfermedad. Si ya es imposible garantizar con la vacuna la protección total de cada individuo para cada infección, todavía es más complejo garantizarlo para la mayoría de las infecciones u otras patologías.  Es importante escoger las vacunas necesarias en función de la gravedad de la enfermedad, de su efectividad y de su mejor tolerancia para el organismo. Es prioritario seleccionar y vacunar con criterio.

 

  • Reconocer la vacuna como medicación con riesgos para la salud, tanto a corto como a largo plazo. A día de hoy, solo se valoran algunos de estos efectos y no todos son recogidos por falta de hábito o a causa de la falsa creencia de que las vacunas no tienen efectos secundarios. Introducir restos biológicos, víricos o bacterianos, substancias tóxicas como el mercurio y el aluminio, en un sistema inmunológico inmaduro, como es el de un bebé, puede tener consecuencias no deseadas a largo plazo. La evidencia científica dice que cuando introducimos cambios no fisiológicos en un ecosistema, alteramos el resto de ecosistemas del cual éste forma parte. No es fisiológico el contacto con diversos antígenos de enfermedades infeccionas infantiles al mismo tiempo o en pocos meses, situación que sí ocurre con las vacunas múltiples.

          Referencias 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 25, 26, 27, 28 y 29.

 

 

  • Reconocer en la disminución de las enfermedades infecciosas la importancia de la higiene y los cambios sociales, además de la cobertura vacunal. Muchas vacunas se introdujeron cuando las epidemias ya estaban en plena curva descendente. Este hecho es poco valorado y la mayoría de veces no se expresa.

 

          Referencias 18 y 19.

 

 

  • Importancia del terreno que permite que una infección se instale o no. Reconocer el papel destacado que juega la inmunidad global, inespecífica y específica, de cada persona en el control de las infecciones. Inmunidad relacionada con los hábitos de vida y con tratamientos que ayudan a la homeostasis “equilibrio o estabilidad” del organismo. No todas las personas que están en contacto con agentes infecciosos desarrollan la enfermedad. En cambio, otros casos que si padezcan la infección pueden obtener una inmunidad definitiva sin necesidad de recuerdos.

 

          Referencia 20.

 

Peticiones y necesidades:

  • Vacunar es un acto médico en el que se receta un medicamento donde es necesario una historia clínica para individualizar el tratamiento en función del estado de salud y las circunstancias particulares de cada persona, en cada momento. No se puede indicar una medicación para todos sin valorar cada situación. Lo contrario puede considerarse mala praxis.

 

  • Debería considerarse también mala praxis, ante la necesidad de protegerse de una infección o patología, tener que recibir obligatoriamente la vacuna específica asociada a otras no requeridas, hecho que aumenta los costes y sobre todo los riesgos para la salud. Es necesaria la existencia de la opción de la vacuna simple. Si alguien quiere vacunarse de la difteria exclusivamente, no tiene por qué vacunarse también del tétanos y de la tosferina o viceversa.

          Referencias 21 y 22.

 

 

  • Existe un riesgo en vacunar y un riesgo en no vacunar. Cada persona decide el riesgo que quiere asumir como individuo y como padre/madre.

 

 

  • Un acto médico, como lo es la vacunación, debería ir acompañada de un consentimiento informado de la persona a la que se propone la vacunación, si es adulto, o de los padres de la criatura, si ésta es menor de edad, conforme se han explicado tanto los riesgos como los beneficios de las vacunas. 

 

  • Necesidad de formación de aquellos profesionales que diagnostican, vacunan o indican vacunación sin conocer su grado de efectividad, sus riesgos, y que en ningún momento han contrastado sus conocimientos con los argumentos de otras opiniones. El no conocer en profundidad todos los aspectos de la efectividad de las vacunas, puede contribuir a un infradiagnóstico y facilitar la propagación de la enfermedad, por ejemplo, al considerar erróneamente que los vacunados no pueden padecer la infección, y por lo tanto no diagnosticándola, poniendo en riesgo a toda la población.

          Referencia 23.

 

  • Dar información a aquellos padres que vacunan o no vacunan a sus hijos, sin ningún conocimiento de los riesgos y beneficios de la vacunación.

 

  • No culpabilizar a los padres informados que deciden no vacunar por considerar superiores los riesgos a los beneficios. Evitar convertirlos, a ellos o a sus hijos, en “apestados” o excluidos sociales (con exposición pública de la familia ante toda la sociedad), puesto que los vacunados también pueden padecer la enfermedad, ser portadores e infectar a los no vacunados o vacunados mal protegidos, o que no han recibido todas las dosis de recuerdo (la mayoría de los adultos), independientemente del origen del brote infeccioso que podría ser común. Ninguna vacunación protege el 100%. Es poco riguroso decir que un niño no vacunado de difteria y que ha fallecido por esta enfermedad, se habría salvado si hubiera estado vacunado. Por ejemplo, en el año 2010 hubo un brote de difteria en Brasil y lamentablemente fallecieron tres niños, y en esa ocasión dos estaban totalmente vacunados (ver referencia). Lo correcto es decir que hubiera tenido más probabilidades de no padecerla ya que si hubiese recibido tres dosis, la protección sería de un 95,5% y si hubiera recibido cinco, de un 98,4%. Tampoco es riguroso decir que los vacunados portadores se aíslan y se medican para proteger a los no vacunados. Debería añadirse que es para proteger también a los vacunados sin dosis de recuerdo y al 1,6 – 4,5%, en el caso de la difteria, de los correctamente vacunados no protegidos (de 16 a 45 por cada mil vacunados).

          Referencia 24.

 

  • Invertir recursos económicos en investigar los efectos secundarios a corto y largo plazo de las vacunas, para facilitar así una decisión lo más ajustada posible a la realidad. Estudiar la sugerida y posible relación del incremento de enfermedades del sistema inmunitario (alergias, enfermedades autoinmunes y degenerativas) y la vacunación masiva y sistemática de la población.

          Referencias 3, 4, 5, 16, 25, 26, 27, 28 y 29.

 

  • Necesidad de que la administración asuma la responsabilidad, reparación de los daños o indemnizaciones de los efectos secundarios de las vacunas, como sucede en otros países como EEUU.

 

  • Dar el mismo trato mediático a las informaciones provacunas como a aquellas que las cuestionan de forma documentada, y también a las complicaciones graves, incluso de fallecimiento, tanto de un vacunado como de un no vacunado. No se pueden criminalizar algunos casos no vacunados y silenciar el mismo resultado en personas vacunadas. Existe un “colectivo de afectados por las vacunas” que es ignorado por la Administración y la Sanidad protectora de “toda” la población.

 

Conclusiones:

  • Es necesario el conocimiento de todas las opiniones documentadas, sin prejuicios, para llegar a conclusiones menos discriminatorias, más neutrales, justas y equilibradas, en beneficio de la salud de la población, respetando siempre el derecho a la libertad individual de decisión. Esto es imprescindible en la elaboración de cualquier código deontológico para profesionales sanitarios.

 

  • Necesidad de crear una comisión de profesionales de diferentes opiniones y sin implicaciones o intereses económicos, que estudie a fondo y cree las líneas de investigación necesarias, con el fin de conseguir un planteamiento consensuado y coherente que oriente a la población en la toma de sus decisiones.

 

 

Referencias bibliográficas:

1.[Miller NZ, Goldman GS. 2011. Infant mortality rates regressed against number of vaccine doses routinely given: Is there a biochemical or synergistic toxicity? Human and Experimental Toxicology. 30(9): 1420-1428]

2.[Goldman GS, Miller NZ. 2012. Relative trends in hospitalizations and mortality among infants by the number of vaccine doses and age, based on the Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS), 1990-2010. Human and Experimental Toxicology. 31(10): 1012-1021]

3.[Classen JB, Classen DC. 2002. Clustering of Cases of Insulin Dependent Diabetes (IDDM) Occurring Three Years After Hemophilus Influenza B (HiB) Immunization Support Causal Relationship Between Immunization and IDDM. Autoimmunity. 35(4): 247-253]

4.[Hernán MA, Jick SS, Olek MJ, Jick H. 2004. Recombinant hepatitis B vaccine and the risk of multiple sclerosis. Neurology. 63: 838-842]

5.[Mikaeloff Y, Caridade G, Suissa S, Tardieu M. 2009. Hepatitis B vaccine and the risk of CNS inflammatory demyelination in childhood. Neurology. 72: 873-880]

6.[Jefferson T. 2006. Influenza vaccination: policy versus evidence. BMJ. 333:912-915]

7.[Yoshida H, Horie H, Matsuura K, Miyamura T. 2000. Characterisation of vaccine-derived polioviruses isolated from sewage and river water in Japan. Lancet. 356: 1461-1463]

8.[Geier MR, Geier DA, Zahalsky AC. 2003. Influenza vaccination and Guillain Barre syndrome. Clinical Immunology. 107: 116-121]

9.[Maglione MA, Das L, Raaen L, Smith A, Chari A, Newberry S, Shanman R, Perry T, Goetz MB, Gidengil C. 2014. Safety of Vaccines Used for Routine Immunization of US Children: A Systemaic Review. Pediatrics. 134 (2): 325-337]

10.[“Possible Side-effects from Vaccines”. Centers for Disease Control and Prevention. 11 June 2015.] http://www.cdc.gov/vaccines/vac-gen/side-effects.htm#mmr

11.[Klein NP et.al. 2010. Measles-Mumps-Rubella-Varicella Combination Vaccine and the Risk of Febrile Seizures. Pediatrics. 126(1): 1-8] http://pediatrics.aappublications.org/content/126/1/e1.short  

12.

12a.[Kawahara M. 2005. Effects of aluminum on the nervous system and its posible link with neurodegenerative diseases. Journal of Alzheimer’s Disease. 8(2): 171-182] http://europepmc.org/abstract/med/16308486

12b. [Shaw CA, Tomljenovic L. 2013. Aluminum in the central nervous system (CNS): toxicity in humans and animals, vaccine adjuvants, and autoimmunity. Immunol Res. 56: 304-316]

12c. [Jaishankar M, Tseten T, Anbalagan N, Mathew BB, Beeregowda N. 2014. Toxicity, mechanism and health effects of some heavy metals. Interdiscip Toxicol. 7(2): 60-72]

12d. [Guillard O, Fauconneau B, Pineau A, Marrauld A, Bellocq JP, Chenard MP. 2012. Aluminium overload after 5 years in skin biopsy following post-vaccination with subcutaneous pseudolymphoma. Journal of Trace Elements in Medicine and Biology. 26(4): 291-293]

13.[Barlow WE et.al. 2001. The risk of seizures after receipt of whole-cell pertussis or meales, mumps, and rubella vaccine. New England Journal of Medicine. 345 (9): 656-661] http://www.nejm.org/doi/pdf/10.1056/NEJMoa003077

14.[Song JY, Cheong HJ, Hwang IS, Choi WS, Jo YM, Park DW, Cho GJ, Hwang TG, Kim WJ. 2010. Long-term immunogenicity of influenza vaccine among the elderly: Risk factors for poor immune response and persistence. Vaccine. 28: 3929-3935]

15.Geier DA, Geier MR. 2006. An assessment of downward trends in neurodevelopmental disorders in the United States following removal of thimerosal from childhood vaccines. Med Sci Monit. 12(6): 231-239]

16.[Molina V, Shoenfeld Y. 2005. Infection, vaccines and other environmental triggers of autoimmunity. Autoimmunity. 38(3): 235-245]

17.[Tomljenovic L, Wilyman J, Vanamee E, Bark T, Shaw CA. 2013. HPV vaccines and cáncer prevention, science versus activism. Infectious Agents and Cancer. 8:6]

18.[McKinlay JB, McKinlay SM. 1977. The questionable contribution of medical measures to the decline of mortality in the United States in the twentieth century. Millbank Mem Fund Q Health Soc. 55(3): 405-428]

19.http://gesdoc.isciii.es/gesdoccontroller?action=download&id=19/10/2012-3c0cfd4ca3 Análisis dela sanidad en España siglo xx.

20.[Eloe-Fadrosh EA, McArthur MA, Seekatz AM, Drabek EF, Rasko DA, Sztein MB, Fraser CM. 2013. Impact of Oral Typhoid Vaccination on the Human Gut Microbiota and Correlations with S. Typhi-Specific Immunlological Responses. PLOS one. 8(4): e2026]

21.[Buttery JP, Riddell A, McVernon J, et al. 2005. Immunogenicity and Safety of a Combination Pneumococcal-Meningococcal Vaccine in Infants. JAMA. 293 (14): 1751-1758]

22.[Eggermont AMM. 2009. Immunostimulation Versus Immunosuppression after Multiple Vaccinations: the Woes of Therapeutic Vaccine Development. Clin Cancer Res. 15(22): 6745-6747]

23.[Heffernan JM, Keeling MJ. 2009. Implications of vaccination and waning immunity. Proc. R. Soc. B. 276: 2071-2080]

24.[Santos LS, Sant’anna LO, Ramos JN, Ladeira EM, Stavracakis-Peixoto R, Borges LLG, Santos CS, Napoleão F, Camello TCF, Pereira GA, Hirata R, Vieira VV, Cosme LMSS, Sabbadini PS, Mattos-Guaraldi AL. 2015. Diphtheria outbreak in Maranhão, Brazil: microbiological, clinical and epidemiological aspects. Epidemiol Infect. 143: 791-798]

25.[Pellegrino P, Carnovale C, Pozzi M, Antoniazzi S, Perrone V, Salvati D, Gentili M, Brusadelli T, Clementi E, Radice S. 2014. On the relationship between human papiloma virus vaccine and autoimmune diseases. Autoimmunity Reviews. 13: 736-741]

26.[Kanduc D. 2009. Quantifying the posible cross-reactivity risk of an HPV16 vaccine. Journal of Experimental Therapeutics and Oncology. 8: 65-76]

27.[Chang J, Campagnolo D, Vollmer TL, Bomprezzi R. 2011. Demyelinating disease and polyvalent human papiloma virus vaccination. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 82(11): 1296-1298]

28.[Sutton I, Lahoria R, Tan IL, Clouston P, Barnett MH. 2009. CNS demyelination and quadrivalent HPV vaccination. Multiple Sclerosis. 15: 116-119]

29.[Tomljenovic L, Shaw CA. 2012. Death after Quadrivalent Human Papillomavirus (HPV) Vaccination: Causal or Coincidental? Pharmaceut Reg Affairs. S12:001]