La osteopatía y el trato individual de la persona

Métodos anticonceptivos, ¿Cuál es la decisión acertada?

Más de 80 millones de embarazos no deseados ocurren cada año y el 50% de ellos acaba en la finalización de éste. Incluso en países dónde hay un alto uso de anticonceptivos, más del 40% de mujeres forman parte del grupo de alto riesgo de embarazo por el uso inapropiado del método escogido.

Es interesante observar la elección de los métodos anticonceptivos según la baja tasa en riesgo de embarazo. Esto es la razón que más puede influenciar a la mujer en la elección. Mientras métodos como las pastillas anticonceptivas (combinadas y sólo de progesterona), los parches, los anillos vaginales y las inyecciones ofrecen efectos que no son beneficiosos, y este aspecto es muy importante para muchas mujeres, ser inconstante en el uso de los métodos mencionados tiene un alto nivel de fracaso. La tasa de fracaso es de 20 veces mayor que con el uso del Dispositivo Intrauterino, conocido como DIU, el considerado método más fiable. Con el uso del preservativo los niveles de fracaso son aún mayores.  

El DIU es una de las formas anticonceptivas más usadas mundialmente. Éste es un pequeño dispositivo que se coloca en el útero para evitar embarazos. Actualmente existen dos tipos de DIU, el de cobre y el hormonal.

Entre ellos, hay estudios que sugieren beneficiosa la utilización del DIU hormonal, ya que el DIU de cobre podría causar inflamación en el tejido. De hecho, se sugiere que el cobre es utilizado para hacer más grandes vegetales como el tomate. Sin embargo, este método no está exento de riesgos. La colocación del DIU puede encontrar complicaciones como migraciones, malformaciones o perforaciones uterinas.

La elección debería estar guiada y controlado por el profesional que la recomienda, considerando cual es la mejor opción para cada persona.

¿Cómo puede ayudar la Osteopatía?

La osteopatía es la ciencia y el arte de diagnosticar y de tratar las disfunciones de movilidad de los tejidos del cuerpo humano que pueden provocar alteraciones, trastornos, y cambiar el estado de salud del organismo.

La osteopatía también se define como una terapia en la que se aplican fuerzas guiadas, y diversas técnicas realizadas por el osteópata, para mejorar la función fisiológica del sistema y/o dar soporte a la homeostasis que ha sido alterada por la disfunción. La variedad de técnicas que se utilizan persigue el objetivo de mejorar el rango de movimiento, la textura y calidad del tejido y, sobre todo, disminuir el dolor agudo y/o crónico. La osteopatía fue una ciencia creada a finales del siglo XIX, y fue la primera en poner en evidencia las interrelaciones entre el sistema músculo esquelético y los otros sistemas orgánicos.

La osteopatía trata de valorar el cuerpo en su totalidad, mejorando la funcionalidad de éste, encontrando lo que está ocasionando la disfunción. Con las técnicas utilizadas se le da información para que sane por sí mismo.

¿Puede el DIU provocar un dolor musculo esquelético?

Caso clínico:

Una paciente de 31 años vino a visitarme derivada por un compañero, con motivo de dolor y adormecimiento del brazo izquierdo, sobre todo durante la noche. Ella, sin ningún tipo de historia médica o patología actual y pasada, describía un dolor constante a lo largo del brazo, soportable pero irritante. El dolor se agravaba por la noche y se acompañaba de adormecimiento de la mano.

Indagando más sobre ese dolor, supe que había comenzado hacía 6 meses. La paciente había realizado 10 sesiones de fisioterapia y osteopatía, con el diagnóstico de pinzamiento en un nervio que proviene de la columna cervical. Los tratamientos estaban focalizados en terapia manual en las zonas de cervicales y brazo mejorando la movilidad y relajación de los tejidos de la espalda. Después de los tratamientos la paciente mejoraba, pero el dolor era recurrente.  A pesar de ir mejorando, el dolor era cambiante, de la espalda al hombro y de allí al cuello, siempre afectando el lado izquierdo.

Después de 6 meses, el problema se convirtió en crónico, desgastando a la paciente física y psicológicamente. Entonces, es cuando creí conveniente volver a empezar desde cero.

  • ¿Pasó algo diferente hace 6 meses? —

La paciente se quedó en silencio unos segundos, pensando… Y su respuesta le sorprendió a ella, ya que hasta ahora no había pensado en ello.  Justo por esas fechas había dejado de amamantar a su bebé y se había colocado un Dispositivo Intrauterino. Llevaba el hormonal, ya que le habían explicado que el de cobre podía causarle algún tipo de inflamación.

Primero pensé que podía ser algún desajuste hormonal, pero luego pensé que quizás el DIU le estaba causando alguna tensión afectando el sistema músculo esquelético, y provocando un dolor que, aunque fuera en otra parte del cuerpo, podría estar relacionado.

Me tomé mi tiempo para explorar a la paciente y como resultado obtuve, justo exactamente lo que el anterior terapeuta había descrito, un pinzamiento a nivel de la cervical, pero además me llamó la atención la tensión que la paciente tenía en la zona baja abdominal y la densidad que el tejido presentaba. Eso era signo de que algo allí estaba ocurriendo. En una exploración un tanto más analítica, comprobé que los ligamentos del útero, sobretodo en el lado izquierdo, estaban en tensión. Además, en la postura global de la paciente, había una ligera inclinación hacia el lado izquierdo. La impresión general que me daba era que el cuerpo estaba en compresión.

Decidí realizar un tratamiento suave basado en la relajación de los ligamentos que van del útero a la columna lumbar y pelvis. También realicé técnicas de relajación de la musculatura pélvica, lumbar, diafragmática y cervical. Le enseñé a la paciente ejercicios de estiramientos para mantener el equilibrio y además, le recomendé visitar al ginecólogo para obtener una segunda opinión sobre si sería oportuno quitar el DIU.

Volví a ver a la paciente una semana después de la primera visita, y ya no presentaba ningún tipo de sintomatología: el dolor había desaparecido. La paciente describió que la noche del tratamiento ya no tuvo dolor y, al día siguiente, visitó a su ginecólogo que decidió quitarle el DIU. Después de un mes realizamos una visita de control. La paciente no ha vuelto a tener dolor desde entonces.

Este caso refleja la necesidad de tratar a las personas como organismos individuales. Esto no quiere decir que el método anticonceptivo DIU no funcione correctamente, pero en este caso específico, el cuerpo de la paciente no se adaptó a la introducción de un cuerpo extraño, y esto se expresó con un dolor en el brazo, a través de una relación anatómica. Cada cuerpo se adapta de formas diferentes a elementos externos, tanto ambientales, artificiales…En este caso, si la paciente deseara continuar con los métodos anticonceptivos, sería recomendable que su ginecólogo estudiara cuál de ellos sería el más beneficioso.

 Ana Águila Martínez ,Fisioterapeuta y osteópata.